La economía de la eurozona muestra una ligera mejora en su actividad empresarial durante julio, aunque se mantuvo prácticamente estancada debido a una demanda persistentemente débil.
Según el índice compuesto de gerentes de compras (PMI) HCOB elaborado por S&P Global, la región registra una lectura de 50,9 puntos, frente a los 50,6 de junio. Aunque la cifra marca un máximo de cuatro meses, sigue por debajo del promedio histórico de 52,4, lo que refleja una recuperación frágil.
El sector servicios lidera el modesto avance, con un PMI de 51,0, por encima de los 50,5 del mes anterior. En países como Italia y España, la actividad se acelera, mientras que Alemania vuelve a terreno positivo tras meses de contracción. Francia, en cambio, prolonga su tendencia negativa con su undécimo mes consecutivo de caída.
La demanda se frena y las exportaciones siguen debilitándose
Los nuevos pedidos apenas variaron respecto a junio, mientras que las ventas al exterior continuaron en declive por 41.º mes consecutivo. El índice de nuevas empresas crece levemente, de 49,7 a 49,8 puntos, pero se mantiene en zona de contracción.
A pesar de la débil demanda, las empresas siguieron creando empleo por quinto mes seguido, registrando el ritmo más alto en más de un año. Sin embargo, la confianza de los empresarios desciende por primera vez desde abril, situándose por debajo de su media histórica tanto en manufacturas como en servicios.
Las presiones sobre los costes disminuyeron, especialmente en el sector servicios, donde el índice de precios de insumos baja de 58,1 a 56,5 puntos. Aunque la inflación de producción sube ligeramente, la moderación general refuerza las expectativas de un nuevo recorte de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) antes de fin de año.