Si este miércoles fue de la puesta de largo en la Bolsa de Nueva York de DoorDash, 24 horas después le ha tocado el turno Airbnb. La plataforma digital se estrena a un precio por acción de 68 dólares lo que le daría a la compañía de San Francisco, la más grande del sector, una valoración de hasta 47.300 millones de dólares.

Dos colchones valorados en 47.000 millones de dólares: el caso Airbnb

Este jueves la compañía de alojamientos turísticos comienza a cotizar en Wall Street a un precio por acción de 68 dólares

Con dos colchones inflables y un cuarto vacío de un apartamento de San Francisco hace ya doce años surgió Airbnb, fruto de la necesidad de dos jóvenes estadounidenses, Joe Gebbia y Brian Chemsy, de pagar el alquiler de su estudio en la ciudad de la coste este de los Estados Unidos.

Los hoy mil millonarios, fueron los mismos que en 2008, se financiaron vendiendo cajas de cereales con los dos candidatos a la Casa Blanca en ese año McCain y Obama y que consiguieron 30.000 dólares para seguir promoviendo su startup.

Hoy ambos cuentan en su haber con una fortuna persona que se calcula que puede superar los 4.000 millones de dólares.

Hoy esa idea pionera, aunque de tintes clásicos, vale, según los analistas de Wall Street, 47.300 millones de dólares con un precio por acción de 68 dólares.

Pérdidas multimillonarias

Durante el último trimestre Airbnb ha logrado un beneficio neto de 219 millones de dólares, pese a que la crisis del coronavirus y la paralización del mercado del turismo internacional, una de las grandes bazas de la compañía, haya menguado sus ingresos un 19% con respecto a 2019 lo que deja un haber en sus cuentas de casi 700 millones de dólares.

En abril la compañía captó 900 millones de euros de fondos de capital riesgo. Lo que le supuso que en aquel momento la valoración de la firma cayera hasta los 18.000 millones de dólares, menos del 40% del valor de la actual.

En consecuencia, Airbnb puso en marcha un plan de recortes de costes, con despidos y cesión de gastos para ahorrar 800 millones de dólares al año. A medida que se recuperó la actividad, los viajeros optaron por reservar viviendas en lugar de hoteles, lo que permitió recuperar los ingresos, que alcanzaron los 1.340 millones de dólares en el tercer trimestre.

Valor en cartera

Sin embargo, su puesta de largo en los mercados va mucho más allá de lo que pueda pasar en los primeros días de actividad bursátil.

De hecho, expertos como Julián Coca, de MCH Investment Strategies hablan de Airbnb como una apuesta a tener en cartera de cara al largo plazo por algunos factores que seguirán siendo tendencia como el auge del teletrabajo y el incremento del turismo tras la crisis del COVID-19.

Es también es la idea que ha trasmitido en la CNBC uno de sus fundadores Brian Chemsy, quien espera que durante el segundo trimestre de 2021 el turismo vuelva a alcanzar los niveles de actividad previos a la pandemia.

En los últimos trece años el turismo vacacional ha vivido un giro de 180 grados, en parte, gracias a Airbnb que ha dado a los particulares la oportunidad de obtener ingresos metiendo a extraños en casa.