La primera de las empresas es el alemán Thyssenkrupp, que recortará en personal y despedirá a 2.500 trabajadores hasta septiembre de 2020. Su objetivo es reducir sus costes administrativos en 400 millones de euros. Con esta medida pretende alcanzar un Ebitda de de 2.000 millones para 2017, necesarios para repartir "cuantiosos" dividendos según afirma el grupo industrial.

Mientras tanto, en Reino Unido, otra empresa alemana anuncia contrataciones. Aldi planea reclutar a 4.000 nuevos trabajadores, un movimiento que se suma a los planes de expansión de la empresa. Su objetivo es abrir más de 1.000 nuevas tiendas para 2022. Los supermercados de descuento crecen en Reino Unido y ponen en jaque a las tiendas de alimentación líderes en el país como Tesco.


De esta manera, Aldi pone en marcha un ambicioso plan de desarrollo que pasa de largo ante la salida de Reino Unido de la Unión europea, a diferencia de HBSC, que anuncia un posible traslado de 1000 empleos a París en el caso de un Brexit “duro”, ya que, según explica Stuart Gulliver, CEO de la compañía, su actividad sería “ilegal”. La empresa también afirma que el paquete de reformas del gobierno francés anunciadas la semana pasada son “muy positivas”.