El Banco Mundial eleva una décima su previsión de crecimiento de China para 2017 hasta el 6,8 por ciento.

Debido al impulso del consumo doméstico y al comercio exterior. Aunque mantiene las perspectivas para los próximos dos años, un 6,4% en 2018 y una décima menos el siguiente.

Señala que se debe a las medidas del Gobierno para reducir los riesgos y profundizar las reformas. Plan basado en una restricción del crédito y controlar el endeudamiento. Los principales riesgos a la baja son el apalancamiento del sector no financiero y la incertidumbre en torno a los precios de la vivienda

"A pesar de la reciente desaceleración, el crédito continúa creciendo considerablemente más rápido que el PIB. Los préstamos bancarios pendientes alcanzaron el 150 por ciento del PIB en noviembre de 2017, un aumento del 103 por ciento a fines de 2007", dijo John Litwack, el economista jefe del BM para China.

La economía de China creció a un 6.9 por ciento, más rápido de lo esperado, en los primeros nueve meses del año, pero la campaña de Pekín para reducir los riesgos en el sector financiero ha elevado los costos de endeudamiento, lo que aumenta las preocupaciones sobre el crecimiento del próximo año.

Pero el sólido crecimiento en lo que va del año les dio a los políticos la oportunidad de acelerar el proceso de desapalancamiento, que "probablemente sea a costa de un crecimiento del PIB más lento en el corto plazo, pero mejorará las perspectivas económicas de China a largo plazo", dijo el informe del Banco Mundial.

Los riesgos externos para la economía de China incluyen la posibilidad de políticas comerciales más restrictivas en las economías avanzadas y las tensiones geopolíticas, según el informe.