Pasaban las 12:30 h. de la mañana del lunes cuando España se apagó. Más de un día después, sabemos que hubo dos desconexiones de un segundo y medio en la zona suroeste de la Península Ibérica, pero desconocemos qué originó esos fallos ni si puede volver a pasar en el corto plazo. Desde Red Eléctrica han descartado que se tratara de un ataque e insisten en el error técnico, mientras que el Ejecutivo mantienen con vida todas las hipótesis casi como un intento a la desesperada de ocultar que España, o su sistema eléctrico, ha quedado en evidencia frente a Europa.

Entretanto, la incertidumbre por un hipotético ciberataque dejaba paso al optimismo y el humor entre la población, que se lanzó a los bares en busca de las cervezas que hubieran resistido al apagón y mantuvieran el frescor suficiente para mitigar el calor que predominaba en buena parte del territorio.

Apagón: Sin culpables ni consecuencias claras, pero con cerveza

Red Eléctrica descarta un ciberataque mientras la clase política mantiene la hipótesis abierta, y las consecuencias económicas no están claras.

La CEOE estima un impacto del 0,1%

Aunque es pronto para dar cifras, la patronal CEOE estima que el impacto del apagón podría alcanzar los 1.600 millones de euros, alrededor del 0,1% del PIB nacional.

Por su parte, ATA, la Asociación de Trabajadores Autónomos, cree que 1.300 millones corresponden al impacto entre los trabajadores por cuenta propia.