Líderes europeos analizan los posibles acuerdos entre Mercosur y Europa y abogan por reanudar las negociaciones entre ambas potencias. Coincide así con la celebración de la cumbre de Brastilava, en la que se reúnen  líderes europeos.

Mientras la capital eslovaca intenta dibujar una hoja de ruta para afrontar desafíos como el Brexit o la crisis de los refugiados, políticos europeos buscan nuevos horizontes en los acuerdos con Mercosur. En el año 2004 las negociaciones sobre diálogo político, cooperación y comercio entre Mercosur y Europa fueron suspendidas, pero  ahora, ambos bloques están dispuestos a dialogar y plantear nuevos acuerdos que busquen políticas de comercio comunes.

Existe voluntad política por ambas partes y ofertas sobre la mesa, señala la jefa adjunta  de la Unidad para las relaciones con América Latina de la DG Comercio, Lorella de la Cruz.

"Hemos intercambiado ofertas. La Unión Europa ha hecho ofertas a estos sectores y Mercosur ha hecho ofertas a la UE. Digamos que es importante en la negociación porque es el paso para reanudar, de nuevo, el ciclo de negociaciones".

Una voluntad, destaca, más que necesaria con el entorno político, económico y social que atraviesa Europa.  También imprescindibles por la creciente globalización y por la entrada de potencias como China o Rusia en el comercio internacional.

De la Cruz afirma que la Unión Europea necesita acuerdos comerciales con América Latina. Allí donde pueda exportar su sector de servicios e industrial e importar materias primas, además de productos agrícolas.

El vocal asesor de la Secretaria del Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Alfonso Díez, insiste en que son posibles las negociaciones con Mercosur y en las ventajas comparativas que conllevan.

Es posible combinando un acuerdo de libre cambio con otro tipo de cooperación económica más avanzada. Por eso España está proponiendo una alianza para la cooperatividad que tiene como objetivo hacer entender a nuestros socios de América Latina que Europa es el socio más adecuado y con más ventajas comparativas para hacer de esta región una región industrializada en el sentido moderno.

Sin embargo, todavía Europa debe hacer frente a varios factores que pueden dificultar las negociaciones. Entre ellos, el auge de los populismos en Europa. Más ahora con las elecciones francesas a la vista y el creciente apoyo de la opinión pública a Marine Le Pen.