Peloton se convierte en la ‘niña bonita’, de nuevo, de Wall Street. Tras haber mantenido en forma a millones de personas durante el confinamiento, la firma de bicicletas estáticas y una cinta de correr va cuesta abajo y sin frenos. Muchos analistas dicen que, en estos momentos, lo único que la salvaría sería una compra. Ya hay interesados. Amazon, Nike y una tercera que se nombra, pero no se pronuncia.

¿Cuál es el atractivo de la firma? ¿Cuándo podrían estar dispuestos a pagar por ella?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

La felicidad "en venta" o cómo los pretendientes asedian a Peloton

La firma de bicicletas deportivas espera cerrar una operación con Amazon, Nike o Apple tras las fuertes correcciones para el título en los últimos meses

La pandemia arrancó hace casi dos años. El mundo se encerró en casa. Los gimnasios echaron el cierre. Entre cuatro paredes crecía, poco a poco, la tensión y el deporte era una de las pocas válvulas de escape de una situación inédita.

Miedo en los supermercados, en los portales al cruzarse con sus vecinos y litros y litros de gel hidroalcohólico desinfectante para acabar con un virus invisible.

La COVID-19 puso el mundo, permítanme la expresión, ‘patas arriba’ y con poco que hacer, el deporte, como se dice en ocasiones de la comedia “fue la salvación”.

Montar un “gimnasio” en la sala o en la habitación fue la única oportunidad para muchos de mantenerse en forma – física y mentalmente – en medio de la catástrofe. La demanda de bicicletas estáticas, cintas de correr, elípticas… se disparó.

Y empresas como Peloton supo estar en el momento adecuado con el producto adecuado frente al consumidor idóneo. Una oportunidad de oro que en bolsa, una cotizada del ‘tres al cuarto’, a la que poca gente le ponía cara, supo rentabilizar.

Su demanda de bicicletas (y títulos se dispararon).

Pero ahora, con el mundo abierto y la gente de un lado para otro Peloton se las está viendo para mantener la compostura en un mundo que ya no es el suyo. El potencial de la firma, dicen los analistas, está ahí, pero sus actuales gestores no está sabiendo aprovecharlo.

En el mercado, los títulos no recuperan altura.

Ricardo González, de GPM ha dejado de considerar, como escuchan, a Peloton como una opción para tener en cartera en este momento. Una conclusión que, en cualquier caso, no cierra la puerta a un valor que como ha pasado con otros como Zoom en el pasado, se ha puesto a ‘tiro de compra’.

Y en esta zona es donde entran los interesados: Amazon, Nike y la tercera en discordia, la omnipresente, Apple.

Tres pretendientes y una boda

Son varias las “pretendientes” de Peloton, pero Amazon es la que más interés ha mostrado en los últimos tiempos por ella y la que, según publica The Wall Street Journal, más avanzados tiene los trabajos para cerrar la operación.

Sin embargo, a día de hoy no tenemos ninguna garantía de que el gigante electrónico vaya a dar el paso definitivo y firmar el cheque. Tampoco de que Peloton quiera hacer caja.

Una alianza que podría tener sentido. Peloton se hace con la infraestuctura de Prime y el grupo de Amazon mientras que estos se quedan con los casi 3 millones de suscriptores del servicio ‘fitness’ de Peloton que, a su vez, podría expandir el negocio más allá de Estados Unidos.

Y si el nombre de Amazon aparecía en portada de los rotativos norteamericanos el viernes, el de Nike lo hacía ayer entre las páginas salmón de Financial Times.

Los británicos hablan de conversaciones preliminares aunque para los analistas, un movimiento así, dentro del sector, tendría sentido.

En conversación con Capital Radio, Rafael Ojeda, analista de Fortage Fund nos hablaba también de la posibilidad de que en la ecuación entrara Apple. Le parece una idea a tener en cuenta, pero sin mucho interés. Eso sí, nos dice, en estos momentos, lo que cueste [unos 8.200 millones de dólares] es lo de menos.

Los de la manzana mordida, están contando en The Information, que la posibilidad nació el mismo día que en la CNBC se desvelaba que Peloton iba a detener temporalmente la producción de las bicicletas y cintas de correr. Tim Cook levantó el teléfono mientras las caídas de Peloton se aceleraban hasta el 24% cotizando sobre los 24,22$/acción, esto es, un 85% menos que hace un año y un 5% por debajo de donde arrancó a cotizar en 2019.

Ha tenido fuertes correcciones, la última por un escena de la mítica serie “Sexo en Nueva York” en la que uno de los protagonistas sufría un ataque al corazón mientras corría sobre los pedales de una de sus bicicletas.

La propuesta de Peloton hoy parece más o menos evidente, pero cuando se fundó en 2012 no lo era tanto.

Peloton nació con un objetivo vender felicidad. Más allá de sus bicicletas, que baratas no son, dicen ser una empresa tecnológica. De hecho, en una entrevista con Business Insider decía su director: “nos vemos más parecidos a Apple, Tesla, Nest o GoPro, donde es un producto de consumo que tiene una base de tecnología de hardware y software sexy”. Ellos, a pesar de los rumores de ventas y problemas en el mercado, siguen queriendo ser ‘los campeones’.