La presidenta de la XI cumbre de la OMC, Susana Malcorra, reconoce la dificultad para alcanzar consensos entre los 164 países miembros. Asegura que no ve el vaso medio vacío, "sino que está casi vacío".

El director de la OMC, Roberto Azevedo, señala que ahora los esfuerzos se centran en intentar alcanzar un acuerdo de mínimos, sobre todo después de que el secretario de comercio de EEUU asegurase que las reglas no se aplican para todos. Robert Lighthizer cuestionó el foco de la OMC y advirtió que algunos miembros estaban sacando ventaja del sistema de resolución de disputas para ganar terreno en negociaciones, y además llamó a redefinir la noción de "economías en desarrollo", en indirecta alusión a China. Aunque, mucho más conciliador se ha mostrado el ministro chino de comercio, Zhong Shang: "El sistema de comercio multilateral es una salvaguardia importante para la prosperidad y el desarrollo. La historia ha demostrado que las normas de la OMC brindan una salvaguardia institucional crucial para la globalización económica. Cuando tengamos dificultades en la globalización, debemos proceder con confianza. Instamos a los miembros de la OMC a que se aferren a los principios básicos abiertos, inclusivos y no discriminatorios basados en reglas".

Las mayores dificultades se centran en la reducción de las ayudas internas a la agricultura y la supresión de los subsidios a la pesca.

También se han provocado roces en el comercio electrónico.
Allí ha intervenido el presidente de Alibaba, Jack Ma, quien ha insistido en la necesidad de impulsar un debate sobre un comercio electrónico a escala mundial incluyente y equilibrado. Subraya que 4.000 millones de personas no tienen acceso a internet y que en los países menos adelantados el 70 % de la población no cuenta con una conexión básica, una "brecha digital" que supone que los beneficios del comercio electrónico "siguen estando distribuidos de manera desequilibrada".