El brote de coronavirus ha obligado a miles de empresas a implementar el modelo del teletrabajo. Sin embargo, esta crisis ha puesto en evidencia que las compañías españolas no estaban preparadas para incorporar las nuevas tecnologías al nivel que lo están haciendo ahora.
Y es que según José Joaquín Flechoso, miembro de Cibercotizante, "España ha llegado tarde al teletrabajo". Las empresas han tenido que recurrir al "parche", y ni siquiera contaban con todos los recursos para dotar a sus empleados de las herramientas necesarias. Por eso, para el experto, "todo lo que hemos hecho hasta ahora en materia de teletrabajo, no vale".
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Esta implementación improvisada del teletrabajo ha levantado muchas dudas. La primera sobre el horario laboral. Y es que trabajar desde casa ha hecho que muchas personas dediquen más horas a sus labores que cuando cumplen el horario de oficina. Flechoso considera que cuando se adoptan este tipo de medidas, las rutinas "se pulverizan" y por eso es necesario regular este aspecto cuando termine la crisis del coronavirus.
Además, tampoco se está respetando la desconexión digital. Es decir, las personas reciben mails y mensajes por fuera del horario laboral y es más difícil respetar un horario definido.
Muchos dedican más horas, pero ¿es más o menos productivo trabajar desde casa? Si bien es difícil de medir, el hecho de que muchas empresas hayan adoptado esta modalidad de forma casi obligada, hace que carezcan de herramientas y recursos que faciliten el trabajo.
Por eso, según Flechoso no es lo mismo trabajar desde casa para empresas que ya venían implementando este modelo, que para aquellas que lo han tenido que hacer de forma repentina.
Teletrabajo 2.0: España debe repensar la digitalización del empleo
España está muy atrasada con respecto a los demás países europeos. Particularmente, un 4,3% por debajo de la media de Europa y muy alejados de donde se encuentran Alemania y Francia.
Cuando culmine la crisis generada por el brote de coronavirus, España deberá replantearse la digitalización laboral y hacer "un gran esfuerzo para que el teletrabajo empiece a formar parte de las rutinas de ciertos funcionarios", concluye Flechoso.
