Comienza nuevo año y con ello nuevo reto. Tras el ritmo consumista tan acelerado de estos últimos meses toca ingeniárselas abrochándose un poco el cinturón en esta temida cuesta de enero, que viene muy empinada. Con el arranque de este 2025, los bolsillos de las familias españolas no gozarán de las rebajas fiscales a los alimentos y a la energía: el IVA de la luz vuelve al 21%.

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Una cuesta de enero empinada: El IVA de la luz vuelve al 21%

Con el arranque del nuevo año, la economía doméstica se despide de las rebajas fiscales a los alimentos y a la energía

Este mes es conocido como uno de los más desafiantes en lo que al gasto se refiere. La compra de regalos navideños que hacen las familias desde diciembre, las fiestas de fin de año, las comidas y las cenas hace que muchas personas se enfrenten a un presupuesto ajustado.

Los autónomos además tienen otro reto, ya que este mes incluye el pago del cuarto trimestre fiscal. Las tentadoras rebajas de enero pueden también desequilibrar el gasto si no se gestionan con cuidado.

La llegada de un nuevo año viene a su vez con nuevos precios. Para hacer frente a esta cuesta y llevar un consumo prudente es importante tener en cuenta lo mucho o poco que encendemos la calefacción y la luz, entre otras cosas, ya que el IVA de la electricidad, que desde junio de 2021 estaba rebajado al 10%, volverá a ser del 21%.

Los alimentos también estarán en el punto de mira. Con el arranque del 2025, todos los alimentos básicos recuperan su IVA habitual al 4% y al 10% los otros, como la carne y el pescado. Habrá también incrementos de cotizaciones para empresarios y trabajadores y nuevos impuestos a los cigarrillos electrónicos.

La cara más optimista de este 2025

Aun así, no son todas malas noticias. La otra cara de la moneda es que este 2025 se presenta como un nuevo ejercicio de normalización de precios y de contención tras las sacudidas que empezaron con la pandemia.

Se prevé que la inflación seguirá moderándose y el transporte público gozará de una prórroga de los descuentos que empezaron en 2022, además de que las pensiones contributivas subirán un 2,8%. En cuanto a la vivienda, habrá un pequeño alivio: los costes hipotecarios y el endeudamiento bajarán gracias a la previsible reducción del euríbor con la relajación de la política monetaria.

La cuesta de enero representa todo un desafío financiero, pero si algo positivo podemos sacar de esto es que, sin duda, invita a reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y planificación económica.