Kellogg's abandona Venezuela y el gobierno toma su control. La compañía estadounidense de fabricante de alimentos y cereales comunica a sus trabajadores en Venezuela el cese de sus operaciones de manera indefinida, debido a la crisis económica que atraviesa el país caribeño. Nicolás Maduro anuncia que pedirá el código rojo a la Interpol para sus dueños y accionistas por marcharse del país de forma "ilegal".

Durante un acto de campaña para las presidenciales del domingo, en las que busca reelegirse, el mandatario Nicolás Maduro dijo que las autoridades reabrieron la planta y producirá en manos de "la clase obrera".

Ante miles de seguidores en la ciudad de Valencia (norte), Maduro denunció que el cierre busca "asustar al pueblo" en vísperas de los comicios, cuyos resultados no reconocerán Estados Unidos, la Unión Europea y varios países latinoamericanos.

El fabricante de cereales cerró el martes las puertas de su factoría en Maracay (130 km al oeste de Caracas), finalizando 57 años de actividades en el país, que durante años fue considerado un paraíso para empresas estadounidenses.

La principal patronal de Venezuela, Fedecámaras, calcula que en los últimos veinte años de Gobierno chavista han cesado operaciones más de mil compañías como consecuencia de la crisis y de los controles del Estado sobre la empresa privada.