Se cumple el calendario. IFM entra en Naturgy, pero no como quería. Su intención era hacerse con el 17% de los títulos y dos consejeros en la junta de la energética. No ha conseguido ni una cosa, ni la otra, pero aun así, decide instalarse en nuestro país con un 10,83% del capital de la firma.

¿Qué va a pasar a partir de ahora? ¿Por qué IFM, pese a no cumplir sus objetivos, ha decidido apalancarse en la junta?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Arranca la guerra por el control de Naturgy: La Caixa 1 - IFM 0

El fondo de pensiones australiano finalmente se queda con el 10,83% del capital de la energética mientras La Caixa se refuerza en el consejo

Que comiencen los juegos del hambre… porque en estos momentos, Criteria Caixa, uno. IFM, cero. El viernes a la medianoche se cerró el periodo de aceptación de la opa parcial lanzada por los australianos sobre el 22,7% del capital de Naturgy, la extinta Gas Natural.

No han conseguido, ni de lejos, lo que querían. Al principio era este casi 23% del capital. Hace unos días, viendo que se acercaba el vencimiento decidió rebajar sus ambiciones. ¿Horquilla alta? En el 17%. Se lo decía el miércoles pasado a Laura Blanco frente a los micrófonos de Capital Radio, Jaime Siles, vicepresidente de IFM.

Al final ni una ni la otra. La ambición ha roto cualquier esquema. E IFM solo ha conseguido convencer al 10,83% de los (se presupone) minoritarios que contaban con títulos de la energética. Los ha pagado algo más de 2.300 millones de euros.

Pero es que la operación tenía truco. En las últimas semanas el mensaje que vendían en la firma era que solo se quedarían en el consejo con el 17% del capital y dos sillones. Y aquí había trampa. Los australianos, como un buen jugador de póker, se guardaban un comodín. Eventualmente podría plantearse sacar adelante la opa con al menos un 10%. Pero debería comunicarlo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Este último escenario es el que ha ocurrido. Se pone fin así a una de las operaciones más complejas y delicadas del panorama empresarial español en los últimos años. Pero se abre ahora otro periodo de enorme incertidumbre y tensión para Naturgy.

Aunque la opa no era hostil, tampoco fue solicitada por los accionistas habituales: el grupo La Caixa (a través de Criteria, su brazo inversor) y los fondos CVC Capital Partners y GIP. Todos comunicaron que no acudirían a la opa, lo que restaba posibilidades a la operación.

Criteria, primer accionista, nunca vio con simpatía la opa de IFM (y aquí es el conflicto que envuelve a toda esta operación). Hace meses anunció que compraría más acciones para mantenerse como primer socio y dificultar de paso la oferta de ese fondo.

Así se entiende la nada velada oposición de La Caixa a la operación, que ha tratado de entorpecer haciendo un esfuerzo nada desdeñable para elevar su participación en el grupo, que ha pasado del 24,424% en que se situaba hace apenas cinco meses, al 26,583% actual (un aumento del 2,16% que se valora a precios actuales de mercado en algo más de 456 millones de euros).

Su presidente, Isidro Fayné, tampoco ha mostrado nunca otro perfil que no sea el “enfrentista” contra los australianos. La Caixa tiene ya casi el 27% de Naturgy. E IFM se queda con un 10,86%, una participación casi tres veces menor.

IFM también ofreció un precio por acción de 22,07 euros. Si la oferta en vez de en enero se hubiera presentado hoy, sería más baja. Nos lo decía en Capital, La Bolsa y La Vida, Jaime Siles.

Se dispara el bolsa

Pero ahora el título está muy por encima. Parece que los inversores están entrando a “mansalva” en las acciones. O quizás no.

Así las cosas, esta ganancia no ha sido inmediata y para evitar cualquier “susto”. A eso de las 13:55 la CNMV ha suspendido la negociación de los títulos. Se lo adelantábamos en el boletín de las dos de la tarde… y a esta hora se quedaba congelado el valor en los 23,02 euros.

A partir de las tres, el repunte ha llegado a alcanzar el 8% y el precio firmaba los 24,87 euros. Minutos después han moderado su avance al 3,5%.

Pero lo curioso de todo esto es que estas subidas contrastan de una manera “notable” con lo que se esperaba. Se llegó a decir que Naturgy podría desplomarse hasta un 30% si su opa parcial no resultaba exitosa, ya que los 22,07 euros que ofrecía por los títulos de la compañía servían de soporte, pero no ha sido así.

Los sillones se escapan

Lo decíamos antes, la intención de IFM era hacerse con dos sillones del consejo. No será así, aunque ellos quieren. Se quedarán, al ser ya un “propietario” relevante dentro de la energética, con un asiento presumiblemente) desde el que no podrá decidir mucho si no se pone de acuerdo con unos pares que no lo quieren ahí. Así de simple.

Y aquí hay varios partidos que quedan por jugar. ¿El primero? El del dividendo. IFM se abre a bajarlo o, incluso, llegaron a decir en algún momento, suprimirlo.

Criteria, quien tiene ahora la sartén por el mango dice que de eso se pueden ir olvidando. Que ellos reducir la retribución no piensan hacerlo.

Retos en Naturgy

Y este es el gran reto ahora… el de la entrada y encaje de IFM en el consejo de Naturgy. Todo apunta a una revolución interna porque, de primeras, habrá que rehacer todos los órganos del grupo energético, rompiendo el actual equilibrio de poder que existe.

Por estatutos, Naturgy tiene tres comisiones: Auditoría-Control, Nombramientos-Retribuciones, y Sostenibilidad que deben tener un mínimo de tres miembros y un máximo de 7 en el caso de las dos primeras, y 6 en el caso de la de Sostenibilidad. Ahora tienen 7, excepto la de Sostenibilidad, con cinco.

Y si se quiere colar por aquí a Naturgy habría que despedir, directamente, a dos consejeros independientes que, presumiblemente, no se dejarán “engañar”.

Hay otra alternativa. Aumentar el número de consejeros. Pero esto no parece una solución a largo plazo porque estaríamos en las mismas. IFM quiere mayoría para imponer su criterio, el resto de los consejeros, no lo apoyan.

Si se sube a 13 o a 14 miembros (posibilidad que comenta Expansión), IFM exigiría 2 ó 3. Se entraría en una espiral de confrontación. Eso motivaría a La Caixa a pedir tres o incluso cuatro, en lugar de dos, como tiene ahora. Y esto a su vez arrastraría a CVC y GIP a pedir tres. Y el equilibro de poderes que ha gobernado la energética… saltaría por los aires.

Futuro en la energética

Con estos conflictos de fondo y un free float menor, ¿qué se puede esperar del valor a partir de ahora?

Y así se cierra el conflicto. Nueve meses después, las cosas, más o menos, como estaban. Criteria sigue teniendo el “bastón de mando” de Naturgy. IFM no ha conseguido su objetivo, pero aun así se queda “por si las moscas” y el enfrentamiento rige unas relaciones que a partir de ahora se complicarán más que nunca y adentran a una empresa (en un clima de incertidumbre regulatoria) en peores escenarios de los imaginados. Solo queda aguantar y ver quien se lleva “el gato al agua”.

De momento: La Caixa 1 – IFM 0. Pero el partido no ha terminado. Estamos en el descanso, en pocas horas, arranca la segunda parte. Al final, parece, estalla el big bang.