El un contexto económico marcado por unas elevadas tasas de inflación, afectadas por la evolución de los precios de las materias primas, unos cuellos de botella todavía relevantes debido a la política de COVID-19 cero de China y un mercado laboral tensionado en algunas grandes economías como la estadounidense, el resultado de CaixaBank se reduce durante los primeros nueve meses del ejercicio a la mitad, sobre los 2.457 millones, frente a los 4.801 millones obtenidos en el mismo periodo de 2021.

Efectos de la operación de fusión con Bankia que, según la firma, de excluirse, dejarían a la compañía con un crecimiento del 17,7 % en relación con el resultado comparable de 2.087 millones de euros de los nueve primeros meses de 2021. En cualquier caso, la cotizada destaca que las sinergias de costes por la fusión le permitieron una "reducción del 5,9% en los gastos de administración".

Además, el endurecimiento de las políticas monetarias por parte de la mayoría de los bancos centrales, asume la catalana, impactará de forma negativa en una actividad económica que ya en el tercer trimestre ha mostrado claras señales de debilitamiento.

Así, los temores sobre una posible recesión en la economía estadounidense se han acentuado en los últimos meses, un riesgo cristalizado con la segunda caída consecutiva en el PIB del segundo trimestre de 2022 (-0,1% intertrimestral).

En la partida de ingresos por dividendos (132 millones entre enero y septiembre) se incluyen, en el segundo trimestre, los dividendos de Telefónica y BFA por 38 y 87 millones, respectivamente. El año pasado fueron 51 y 98 millones respectivamente.

Mora a la baja y crédito al alza

Contexto en el que el crédito a la clientela bruto alcanza los 362.465 millones de euros (+2,7 % en 2022) mientras se mira con expectación a la ratio de morosidad que disminuye hasta septiembre y firma el 3,0 % (3,6 % a cierre de 2021) tras la caída de 1.991 millones de capital dudoso en 2022, nivel que no se alcanzaba desde 2008.

Sobre la evolución de los préstamos parcialmente avalados por el Instituto de Crédito Oficial (ICO), un 28% del total ya ha sido amortizado o cancelado. Del resto, un 95% está ya amortizando principal y tan solo un 4,4% está clasificado como morosidad.

En el apartado de hipotecas, la entidad confirma que en los últimos siete años, el 72% de la cartera para adquisición de vivienda de CaixaBank se ha formalizado a tipo fijo, y supera el 90% en estos nueve primeros meses.

A finales del tercer trimestre, el número de empleados era de 44.501, 5.200 menos que un año atrás.