La Fiscalía francesa ha abierto una investigación preliminar contra Apple por posible delito de fraude y ralentización programada. Se trata de una pesquisa preliminar por sospecha de “obsolescencia programada” de algunos de los iPhones.

La investigación llega después de que una organización de consumidores presentara una denuncia y estará dirigida por la Dirección General de Competencia, Asuntos del Consumidor y Control del Fraude, que forma parte del Ministerio de Economía.

La compañía tecnológica reconoció en diciembre haber tomado una serie de medidas para hacer frente a las quejas de sus usuarios por el gasto de batería en los dispositivos, lo que podría tener un efecto negativo sobre la velocidad de sus procesadores, especialmente en los modelos antiguos de iPhone.

La investigación de la justicia gala podría llevar meses y, una vez terminada, el caso podría darse por terminado o pasar a manos de un juez para realizar una pesquisa en mayor profundidad. La legislación francesa establece que las compañías pueden pagar multas de hasta un 5% de sus beneficios anuales si acortan la vida útil de sus productos deliberadamente.

En Estados Unidos, ya se han presentado al menos nueve demandas colectivas que acusan a Apple de fraude, publicidad engañosa y enriquecimiento ilícito, por haber ralentizado los iPhone sin haber advertido previamente a los usuarios.

Por otra parte, Apple ha lanzado una versión actualizada del software de su sistema operativo para solucionar la falla de seguridad en los microprocesadores que afecta a casi todos los chips fabricados en la última década.