Siemens Energy toma las de Villadiego y busca atar en corto a su ‘hijo problemático’. La de aerogeneradores española hubo un día en que estaba bien, pero desde hace mucho tiempo no tiene cómo salir delante.

Se hablaba de ella como la ‘esperanza’ y en 2017 salía a bolsa para convertirse en líder mundial en su sector: la energía eólica. Cinco años después podría acabar 2022 fuera del mercado y ‘opada’ por la matriz alemana a la que tantos quebraderos de cabeza le ha dado.

¿Cuáles son las claves de esta crisis? ¿Qué dicen los analistas de esta posibilidad? ¿Todavía se puede ganar dinero?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Gamesa: el antes y el después de la 'hija problemática' de Siemens

Siemens Energy piensa en lanzar una OPA sobre la de renovables española apenas cinco años después de lanzarla como la esperanza del sector; ¿todavía se puede ganar dinero en la eólica?

Gamesa es una española a la que "le crecen los enanos", según Enrique Zamácola, director de Link Securities en la que no todo es malo. La empresa rentable, en estos momentos, no es, pero sí que está centrada en un negocio de futuro.

En la ingeniería de las turbinas eólicas. El futuro de un mercado energético que mira a las renovables para cuanto más se pueda ir reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles de Rusia.

De hecho, en el programa de desconexión presentado por la Comisión Europea, el RePowerEU del que hoy hemos conocido más detalles entre los que quedan la rebaja de consumo sobre el 5% del gas y del petróleo e impulsar las inversiones en energías renovables.

Gamesa está ahí, pero las expectativas a cada trimestre que deben rendir cuentas en el mercado van para abajar. Caen ‘chuzos de punta’ sobre unos balances que, en el último año, han llevado a la firma a avisar a los inversores con tres ‘profit warnings’ (en enero, la última).

Por lo tanto, el titular de hoy era, prácticamente, una crónica de una muerte anunciada. Estaba preparada en todos los borradores de las intranets de los medios de comunicación de todo el país: “Siemens ultima una opa de exclusión en efectivo sobre Gamesa”.

Y esto ¿por qué?

Porque era lo mejor para todos. Gamesa es una buena empresa, todavía lo sigue siendo.

El mercado no refleja de manera tan positiva como debiera la situación financiera de una firma que mira claramente al futuro, pero donde todavía la hoja de ruta, y este parece ser uno de los problemas, no la tienen clara. De hecho, Josep Prats, de Abante Asesores nos viene a decir un poco esto: Siemens platea una opa sobre Gamesa para controlar sin cortapisas.

Todo esto está todavía estudiándose. El grupo alemán ha llevado a cabo numerosos estudios en las últimas semanas. Una de las conclusiones es que lo mejor es una opa. Ya se llevaba pensando tiempo.

El informe de hoy no es concluyente, pero prácticamente definitivo. Porque, a la espera de decírselo a la CNMV, esto ya está hecho.

Cinco años de caída

Siemens Energy controla un 67% de Siemens Gamesa, y después del desplome que acumulaban las acciones de la empresa del Ibex (-33% en lo que va de año) el 33% restante de participación estaba valorado en 3.140 millones de euros. Este miércoles valen algo más, cercano a los 4.000 millones de dólares por lo bien que se están tomando los inversores este anuncio que le hacen rebotar al valor hasta el entorno de los 16 euros/acción.

Muchos ya se entrenaban para esto. Los inversores han provocado correcciones en el valor que se modificaban cuando las supuestas opas se iban materializando.

El interés de Gamesa pasa por el mercado. Siemens Energy, de facto, ya tiene el control sobre la filial de renovables española por lo que el interés claro queda en lo que sabemos que la alemana va a hacer con la cotizada en nuestro selectivo: excluirla de bolsa porque ya no se piensa que esto pueda salir delante de ninguna de las formas.

¿Qué es lo mejor que puede hacer ahora el inversor?

En cualquier caso, la venta de la compañía no está ni mucho menos sobre la mesa. Gamesa fue en su momento objeto codiciado del mercado tanteado por gigantes asiáticos que la alemana no quiso colocar.

Cuando se produjo la fusión, en abril de 2017, entre Gamesa y la multinacional alemana Siemens, la eólica española era la más rentable del sector. Esto ahora no es así.

Hace poco más de cuatro años, Gamesa y Siemens buscaban revolucionar juntas el mercado de los fabricantes de aerogeneradores. Su unión pretendía crear el suficiente músculo financiero que le impulsara a la cumbre, muy por delante de su principal competidora, la danesa Vestas, y de la entonces también fusionada Nordex y Acciona Windpower. Que, por cierto, hoy han subido al calor de Gamesa.

Aunque aquí el problema, nos dice Alberto Roldán, de Metagestión, es que las valoraciones del sector no se adecúan a la realidad de las finanzas.

Su primera decisión tras la fusión fue anunciar un primer ajuste de plantilla de 6.000 empleos en todo el mundo con un plan de recorte a tres años, tras registrar pérdidas semestrales de 135 millones.

Y partir de aquí problemas en los suministros, subidas de precios en las materias primas y la logística que siguen siendo dos grandes desafíos en medio de un parón en la construcción de nuevos parques en Alemania y España.

Aunque todo lo que decimos no es más que especular. Con estos mimbres, en cualquier caso, ganar dinero en Siemens Gamesa es una quimera; prácticamente, encontrar agua en el desierto y mientras que la madre trata de ‘atar en corto’ a una ‘hija problemática’ en un mercado errático.