El vicepresidente ejecutivo de Samsung, Lee Jae-Yong, ha sido detenido en Seúl acusado de corrupción y de tráfico de influencias

Lee Jae-Yong está siendo investigado por haber pagado cerca de 40 millones de dólares en sobornos a la amiga de la presidenta Park para lograr favores políticos. Los fiscales aseguran que está demostrada su implicación y que era necesario detenerlo. Lee ya estaba desde ayer en un centro de detención. Samsung ha emitido un comunicado y afirma que la compañía hará "todo lo posible para asegurar que la verdad sea revelada en los futuros procesos judiciales".

El heredero del primer conglomerado surcoreano, de 48 años, ya había sido interrogado varias veces por su presunto papel en el escándalo. El mes pasado, se libró de ser detenido después de que un tribunal dictaminara que no había bastantes pruebas contra él. Samsung representa una quinta parte de la economía surcoreana

Las dos patronales empresariales más importantes de Corea del Sur alertan del impacto en la economía de la detención de Lee Jae-yong

La Federación de Empresas Surcoreanas asegura que el efecto de esa ausencia de liderazgo en el conglomerado empresarial extenderá las incertidumbres a otras empresas. La Asociación Comercial Internacional de Corea afirma que será un gran lastre para la economía nacional. También se muestran convencidas de que la detención supondrá una suspensión de los planes de inversión y de otras medidas importantes de Samsung en el país.

El escándalo de corrupción gira en torno a Choi Soon-Sil, confidente de Park Geun-Hye, que está siendo juzgada por haber utilizado su relación con la presidenta destituida para obligar a grandes conglomerados surcoreanos a pagar millones de dólares a sus dos fundaciones privadas que supuestamente tenían fines caritativos, pero cuyos fondos aprovechaba a título personal.


Samsung fue el más generoso de esos conglomerados, donando 20.000 millones de wones (17 millones de dólares) a las fundaciones de Choi y ordenando un giro de millones de euros para financiar entrenamientos en Alemania para jinetes surcoreanos, entre los que se encontraba la hija de la confidente.

El pago era, supuestamente, a cambio de que el gobierno respaldara una fusión de dos filiales de Samsung, un movimiento crucial para el traspaso hacia Lee de los poderes de la compañía.

Arresto y relevos en Samsung

Arrestado el vicepresidente ejecutivo de Samsung, Jay Yong Lee, por por el escándalo de corrupción que asola al ejecutivo de Corea del Sur, se abre ahora el proceso de sucesión en la compañía. La mejor posicionada es Boo Jin Lee, su hija mayor, que actualmente es la directora de estrategia corporativa de Samsung, además de dirigir varios hoteles desde 2010. Boo Jin es la persona más cercana a su padre, que apoyaba el relevo, pero dado como se han producido las circunstacias, varios miembros del consejo de la compañía quieren que Samsung deje de ser familiar; algo que parece poco probable. Sin embargo, esos mismos miembros podrían apoyar un cambio de rumbo dando su bendición al segundo hijo de Jay Yong Lee, que ya ha anunciado su intención de dirigir la compañía.

Quien ha preferido no realizar declaraciones la hija mayor, Boo Jin, cuya fortuna la revista Forbes estima en 1.640 millones de dólares. Es una mujer con un fuerte carácter, que el pasado año culminó un divorcio complicado en el que tuvo que pagar más de 100.000 dólares a su exmarido, a cambio de quedarse con la custodia de su hijo de siete años, y para cerrar una demanda por daños morales que le había puesto precisamente el que fuera su cónyuge. Precisamente por su hijo tomó también las riendas de Samsung Everland, un parque de atracciones que ha visto crecer sus ingresos más de un 60% desde que ella lo gestiona.