La fusión entre Deutsche Bank y Commerzbank supone crear un riesgo sistémico para el sistema financiero. Para Jurgen Donges, catedrático de Ciencias Económicas de la Universidad de Colonia, el interés del Gobierno de Alemania de fusionar a las dos entidades supone “no haber aprendido nada de la crisis financiera”, porque su unión resultaría en la creación de un banco “too big to fail” (demasiado grande para caer”, es decir, que ante cualquier problema desestabilizaría el sistema financiero y debería contar con apoyo público.



El catedrático argumenta que “ambos bancos están enfermos”. “No puedo entender que fusionando a dos bancos enfermos pueda salir algo sano”, explica. El Ejecutivo de Angela Merkel ha lanzado una estrategia para crear “campeones nacionales” en varios sectores, también en la banca, y Donges considera que “es un gran error y no es el papel del Estado impulsar ese proceso”.

El sector bancario alemán tiene pendiente un proceso de reestructuración y no solo por sus grandes entidades. Donges argumenta que las cajas de ahorro tienen grandes problemas de rentabilidad y exceso de personal y advierte que la fusión de los dos grandes bancos del país provocaría el despido de entre 30.000 y 50.000 personas.

Respecto a la rebaja de perspectivas de los llamados “cinco sabios alemanes”, de los que Donges formó parte en el pasado, el catedrático reconoce que el crecimiento de la locomotora europea se ralentizará este año pero no estamos al borde de una recesión. “El año que viene la economía alemana podría crecer más, siempre y cuando no haya más tensiones bajistas de la economía internacional”.