El fabricante de equipos de telecomunicaciones cierra el tercer trimestre del ejercicio con una caída del 8% en su mayor mercado, América del Norte, un paso más en profunda crisis que atraviesa Ericsson tras lanzar una advertencia de menores ganancias la semana pasada. Finalmente, su beneficio operativo en el periodo desciende un 93%, mientras que las ventas bajan un 14%, a 51,1 millones de dólares.

El mayor fabricante del mundo de equipos de red móvil también alertó hace días de que recortaría aún más los costes para hacer frente a un mercado de banda ancha más débil. Es precisamente esta división la que más afecta a la caída de las ventas en Norteamérica, que también se reducen en Europa, India y China continental.

El Consejero Delegado de Ericsson, Jan Frykhammar, explica en un comunicado que “las tendencias negativas de la industria durante la primera mitad de 2016 se han acelerado aún más, afectando a las ventas del tercer trimestre, sobre todo en relación a la banda ancha móvil” y, especialmente, en entornos macroeconómicos débiles. A esto se suma el hecho de que la compañía lleva sin un CEO permanente desde el derrocamiento de Hans Vestberg en julio.

Por otro lado, Ericsson debe hacer frente a la competencia de la finladensa Nokia o la china Huawei, con la tecnología 5G aún a años de distancia y una caída del gasto en las empresas del sector. La sueca ha sido más lenta que sus rivales en reducir costes.