El valor de la seguridad y la confianza en los productos de consumo es vital, especialmente bajo la regulación exigente y cambiante de la Unión Europea. María Hidalgo, responsable de desarrollo de negocio de Connectivity & Products de SGS, enfatiza la importancia de garantizar que los artículos que compramos sean seguros.
"Todos conocemos productos que han podido suponer un riesgo, como un juguete para niños o una prenda que irrita la piel", explica Hidalgo. Por ello, la UE ha desarrollado este reglamento actualizado que busca "minimizar este tipo de riesgos y garantizar la seguridad en el uso de productos cotidianos".
Escucha todo lo que nos ha contado María Hidalgo
María Hidalgo, responsable de desarrollo de negocio de Connectivity & Products de SGS, subraya que la normativa aplica a productos no alimentarios nuevos y de segunda mano, exigiendo transparencia y trazabilidad a las empresas.
¿A qué productos afecta la normativa?
El reglamento se aplica a la mayoría de productos de consumo no alimentarios: juguetes, artículos infantiles, prendas de vestir, calzado y artículos del hogar. "Lo novedoso es que no solo afecta a productos nuevos, sino también a productos de segunda mano, reparados o recondicionados que vuelven al mercado", aclara la experta de SGS.
Responsabilidades compartidas en la cadena de suministro
La normativa, en vigor desde diciembre de 2023, no solo obliga a los fabricantes. "Aplica a fabricantes, importadores, distribuidores y agentes de vigilancia. Todas aquellas personas que tratan este producto que va a entrar en el mercado son responsables", señala María Hidalgo.
Las empresas deben realizar análisis de riesgos de los productos, preparar documentación técnica completa, garantizar la trazabilidad, ofrecer información clara para el consumidor y contar con protocolos de vigilancia para posibles retiradas.
El comercio electrónico bajo la lupa
El reglamento también afecta directamente al comercio online. "Exige que tengas la misma información que tendrías si fueras a la tienda física", explica Hidalgo. Los marketplaces deben proporcionar datos claros y actualizados, sin información engañosa.
Seguridad y sostenibilidad van de la mano
La UE también promueve productos más sostenibles a través del reglamento de ecodiseño. "Vela por la reparabilidad, durabilidad y responsabilidad ambiental de los productos", señala Hidalgo. Un elemento clave es el pasaporte digital, "una ficha digital donde puedes ver qué materiales contiene el producto, dónde ha sido fabricado y su huella ambiental".
La convergencia entre seguridad y sostenibilidad es evidente: ambas normativas buscan que los productos, ya sean nuevos o de segunda vida, sean seguros y sostenibles para todos los consumidores europeos.
