Coge forma el peligro de las SPACs. De 32.600 millones de dólares a 8.300 millones, una caída del 65% en cuestión de 90 minutos después de que el Nasdaq le diera la bienvenida a MSP Recovery.

Uno de los grandes estrenos en bolsa este año que, hoy más que nunca, se ha quedado en blanco tras firmar un cheque que no es más que papel mojado.

¿Qué hay detrás de este hundimiento? ¿Cuáles son los escándalos que oculta el mercado de esta operación?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Una de las SPAC más grande de la historia que se hundió en minutos

MSP Recovery, una empresa especializada en litigios médicos, se estrena en el Nasdaq con una valoración de 32.600 millones de dólares y en dos horas no alcanza los 8.000 millones, ¿por qué razones?

MSP Recovery es una firma, parecía hasta ahora decir el mercado, de éxito. Se dedica a litigios médicos, es decir, a apostar en contra de aseguradoras médicas en los tribunales (un negocio más que jugoso en Estados Unidos), lo que le vale unas cuentas de 10,5 veces los ingresos esperados de cara a 2023.

Esta empresa compra reclamaciones médicas de programas de atención médica financiados por Medicare, por el gobierno de los Estados Unidos y le da trabajo a los abogados para que demanden a fin de recuperar cierta parte que debería haber sido sufragada por las aseguradoras.

Con los deberes hechos, los objetivos cumplidos… MSP Recovery se decidió por irse al mercado. Probar a que los inversores confiaran en sus títulos como para hacerlos despegar entre las cotizaciones.

La infraestructura de MSP es única en el mundo. No hay otra como ellos y su fundador, uno de los empresarios más ricos de Estados Unidos, John Ruiz aseguraba a Forbes hace unos meses que en sus cuarteles generales ha surgido “la revolución de Estados Unidos”.

El que se configura como uno de los mayores estrenos en bolsa de la historia cedió en las primeras horas de negociación más de un 53%, por lo que las dudas por su valoración no hacen más que crecer.

En el caso de MSP Recovery podríamos decir que es uno de aquellos ejemplos en los que el continente vale más que el contenido. La SPAC, el armazón con el que se le permite cotizar, la valoraba hace unos días en más de 33.000 millones de dólares. Los mismos que hace un año registrada por pérdidas, aunque con la promesa de generar otros 3.200 millones de dólares de aquí a 2024.

MSP opera bajo el supuesto de que el 11%, esto son, unos 177.000 millones de dólares, de los 1,6 billones invertidos en salud cada año por los programas sanitarios públicos; de esta forma, se posiciona como el ‘campeón’ por el contribuyente.

La ahora cotizada dice poseer casi 50.000 millones de dólares en facturas ya pagadas y proyecta que puede generar un rendimiento 12 veces superior a lo que ahora se refleja en balance. Además, sugiere, siempre en papeles, que podría hasta recuperar parte de otros 27.000 millones de su cartera de reclamaciones.

De esta manera, su tasa de recuperación estaría en el entorno del 51% sobre el valor de las reclamaciones de aquí a 2026 generando unos 24.000 millones de dólares en ingresos brutos.

Por costes laborales estima 16.000 millones y esto indica que su margen de recuperación por tratar de producir 7.200 millones de beneficios, estaría sobre el 30% en números.

El trasfondo

Y detrás de todo esto, ¿qué ha pasado para que los títulos nada más llegar al mercado se hundieran y de capa caída, perdieran en apenas 90 minutos un 65% de su valor?

La clave está en que, según las cuentas que hemos consultado en Refinitiv, aproximadamente el 90% de los accionistas que ‘metieron’ dinero en esta empresa de cheque en blanco optaran por canjear opciones antes de la fusión a pesar de que la cúpula (viendo que algo así podría pasar) ‘edulcoró’ la operación para mantener los títulos colocados.

Los accionistas que quedaron, la resistencia, recibieron 118 garantías por acción que poseen con un precio de ejercicio de 11,50 dólares por encima del precio de cierre sobre los 5,6 dólares, casi el doble.

Los problemas surgieron hace un mes cuando la firma cerró un acuerdo con el banco de inversión Cantor Fitzgerald para comprar títulos que decidieron canjear. El banco de inversión compró más de un millón de participaciones en la SPAC por 11 millones de dólares, pero ni siquiera fue suficiente para detener la sangría.

El fundador, John Ruiz se guarda todavía la capacidad de vender el 10% de sus participaciones de aquí a seis meses, pero ya ha confirmado, según Financial Times, que no va a colocar las posiciones en el mercado ni tienen la intención de hacerlo en las próximas semanas. Eso sí, de ostentar más de 20.000 millones de dólares por acciones de MSP ahora apenas valen la mitad.

El debut de MSP en el mercado no cumplió objetivos. No recaudó lo que se esperaba tras recolectar unos 230 millones de dólares. Y es así como las SPACs van demostrando, con los hechos y en el mercado, que no valen lo que cuentan y que más vale ir con cuidado porque las pérdidas se registran por minutos y sin posibilidad de, en el corto plazo, recuperar una cuenta embarrada.