Agua. Rellenar un vaso de agua, en tiempos de sequía, es caro, pero necesario. Y esta es la palabra que llena de valor al “oro azul”: necesidad. No hay nada más simple, y más complejo al mismo tiempo. Un bien del que depende nuestra vida y sobre el que también se puede especular.

Escucha la entrevista completa en este podcast de Mercado Abierto:

Así funciona la que está llamada a ser la séptima economía del mundo

Pese a ser un recurso finito, el agua, y, en parte, por eso, es uno de los activos más queridos de un mercado en el que todo el mundo "debe" estar

Decía Leonardo Da Vinci del agua que era la “fuerza motriz de la naturaleza”. Un bien preciado como el que más. Malgastado en más de una ocasión y necesario para que yo les esté aquí contando hoy esto y ustedes, al otro lado (espero), escuchando atentamente. Un recurso finito que se acaba

A día de hoy unas 2.200 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura, 4.200 millones no cuentan con servicios de saneamiento seguros y otros 3.000 millones carecen de instalaciones básicas para lavarse las manos.

Solo el 3% del planeta es agua dulce y de ese 3% el 70% está congelada y del 30% restante un 75% está contaminada. Con ello, solo un 0,25% del agua disponible es potable. Miles de personas viven sin acceso a ella.

Según la ONU más de un tercio de la población vive sin saneamiento básico y 748 millones no tienen acceso apropiado a agua potable. Esta inadecuada infraestructura causa la muerte de millones de personas cada año. Y podría ir a peor. .

Dar solución a esto, dar acceso a agua potable y saneamiento a todos aquellos que lo necesitan, acorde a números de la organización WaterAid, costará más de 21.000 millones de libras anuales hasta 2030, esto es, el 0,1% del PIB mundial. Una operación costosa, pero rentable porque se estima que los beneficios de hacer rondarían los 60.000 millones de dólares anuales y aquí, atención inversores, esto es importante.

Un activo que ha multiplicado por seis sus usos en los últimos 100 años y continua aumentando a un ritmo constante. Inexorable en el país a un crecimiento del entorno del 1% cada año como consecuencia del desarrollo económico, el crecimiento demográfico y los cambios en los patrones de consumo.

Más allá del pozo

Pero la idea no pasa por invertir en agua como commodity, la cuestión no es “meter” dinero al agua. Sino a todas las empresas relacionadas con ella desde infraestructuras hasta el transporte del líquido pasando por sus usos industriales y mucho más. ¿Algunas ideas de inversión?

Se lo hemos preguntado a quien sabe. Dos de los fondos más antiguos en nuestro país de inversión en el “oro azul”. Por un lado el Pictet Water. 20 años de historia. Gonzalo Rengifo nos contaba esto.

Otros dos nombres más. Aquí interesados por BNP Paribas Water, el fondo de la entidad francesa con más de 12 años tras de sí. American Water Works, por un lado.

Por el otro, Finball y este es un caso curioso.

Beneficios para el inversor

Rentabilidades superiores a las del mercado, volatilidades similares, estas son algunas de las características de unos fondos que, eso sí, nos alertan los gestores, se deben mirar con la intención de operar en el medio plazo porque, recalcan, el horizonte de inversión se queda entre los 3 y 5 años.

Pero más allá de estos fondos azules, atento a quien quiera que también existe un mercado teñido de este color con más de un atractivo. El de los blue bonds la última innovación del sistema financiero para contribuir al desarrollo sostenible de los recursos oceánicos que ya se ha estrenado, bueno, lo hizo en 2018, cuando la República de las Sychelles emitió 15.000 millones en bonos con vencimiento a 10 años y devengo a un cupón del 6,5%.

Y esta historia la arrancamos con una cita, y la quiero terminar con otra. En este caso del antropólogo, Loren Eiseley: "Si hay magia en este planeta, está contenida en el agua"