Hace un año los toques de campana en la Bolsa de Nueva York fueron una constante. Hoy grandes tecnológicas de cualquier sector como Coinbase, Coupang o Robinhood viven horas amargas en el mercado durante un trasvase del capital hacia la tradición.

Inversores de todo el mundo ahora pierden dinero, pero no todos. Los grandes promotores de algunos de los mayores estrenos en bolsa salieron antes de que todo esto se hundiera. ¿Quiénes son los que se han librado de este 'tortazo'?

Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:

Tú compras mientras ellos venden: los 'gurús' que se han librado de batacazo

Las salidas a bolsa de grandes tecnológicas en 2021 hacen colapsar al mercado un año después después de que sus promotores hayan escapado de estas correcciones

El mercado llora mientras a ellos ya no los pilla la desgracia. Wall Street se da un ‘tortazo’, desde hace unos días lo comentamos y los recortes, a cada día, cada hora, cada segundo, van a más con pequeñas correcciones que apenas recuperan una ínfima parte de lo perdido durante las sesiones, como la este pasado miércoles, en la que el Dow Jones y de un ‘plumazo’ más de 1.000 puntos abriendo la puerta a que los osos vuelvan al principal mercado del mundo, abriendo la puerta a una de las primeras temporadas bajistas (al menos, la más relevante) desde que en marzo de 2020 todo se hundiera por aquello de un virus de nombre COVID-19.

En este contexto, la tecnología fue, poco a poco, ganando posiciones. Zoom, Apple, Microsoft reinaban en el mercado mientras que el resto de sectores iban al recorte. Salieron varias compañías a bolsa. FIGS, un minorista de ropa deportiva de alta gama se estrenó y los inversores aplaudieron esta salida a bolsa.

Capitalizó el coronavirus y en su oferta pública inicial, su salida a bolsa, las acciones se vendían a 22$ recaudando, en apenas ocho horas de sesión, unos 580 millones de dólares. Impulso al sector minorista y dio el pistoletazo de salida para que otras le siguieran el ejemplo.

¿El problema? Que la mayor parte del capital que se recaudó no fue a parar a las cuentas de la empresa. 450 millones de dólares se ‘traspapelaron'. Aterrizaron en Tulco Holdings, una firma controlada por Thomas Tull, uno de los multimillonarios que controlan Hollywood. ¿Y esto por qué? Pues a raíz de que este empresario fue uno de los primeros inversores en FIGS, le dio 65 millones de dólares para arrancar y se convirtió, de esa manera, es su mayor accionista.

En este contexto, el dinero de una salida a bolsa de ropa deportiva acabó invertido en cine. Pero esto no importó a los inversores. Al poco de estrenarse, recordemos, a 22$/acción, el título rebotaba sobre la zona de los 50$ y en septiembre, hace unos meses, lanzó una nueva emisión de títulos, esta vez, en los 40,25$/acción.

Aquí fue cuando Tulco, el de Hollywood, vendió, concretamente, 882 millones de dólares en acciones, según Veridy Data y con estos mimbres, la historia de FIGS se pone en cuestión. Las acciones se han desplomado.

Han perdido un 54% del valor respecto a la puesta de largo en el mercado y un 75% si lo comparamos con la jornada de su oferta secundaria. La compañía, en estos momentos, se valora en 1.700 millones de dólares.

Citas mal

Con el mercado ‘caliente’ en un 2021 de bonanzas en salidas a bolsa, no solo de la manera tradicional, sino también a través de las ya famosas, SPACs… hoy tenemos más de 1.000 nuevas cotizadas respecto a hace un año que han ingresado por estas operaciones hasta 10.000 millones de dólares.

¿El problema? que muchas empresas que en su día salieron, hoy están por debajo de los precios de salida. Bumble, la de citas, salió con un precio por acción de 43$ y ahora la tenemos en 27$, es decir, un 37% menos desde su operación. ¿Una de las causas? La venta masiva de Blackstone de 2.190 millones de dólares.

En total, las ventas son de 35.500 millones de dólares en acciones de empresas que se hicieron públicas hace ahora 12 meses.

Cryptos y viajes, también

En abril, Coinbase siguió el caminó del estreno con una operación de cotización directa a 250$, aunque el primer día se disparó la factura a los 388$. Fue en este momento en el que Fred Wilson, aquí nuestro primer nombre, directivo de la firma, impulsó a su compañía de capital riesgo, Union Square, a deshacerse de todas sus posiciones valoradas en 1.800 millones de dólares.

Pero él no ha sido el único, el cofundador de la compañía, Fred Ehrsam, ha vendido 492 millones de dólares en acciones; Armstrong, $292 millones; y la presidenta de Coinbase, Emilie Choi, que ha vendido 231 millones de dólares.

Y todo esto mientras el mercado de las criptomonedas se hundía.

De aquí miramos a Asia. A Corea del Sur. Coupang se decidió en el último año por llegar a Wall Street con ventas de títulos a 35 dólares hasta recaudar unos 4.550 millones. Seis meses después, SoftBank, su promotora, comenzaba la ‘espantada’ hasta deshacerse de casi 1.700 millones en título.

Las continuas pérdidas financieras de Coupang colocan a la empresa en una mala posición, ya que los inversores han llevado a cabo una reevaluación de los activos de riesgo. Las acciones de Coupang se cotizaron recientemente a poco más de 13$, lo que representa una caída del 62 % desde su oferta pública inicial.

Y si el mercado estaba volátil, imagínense una firma que vive de ello. Robinhood fue un estreno de los más llamativos. Una aplicación que vive del trading digital. Que aterrizó en julio a 38 dólares y recaudando 1890 millones, una gran parte de inversores minoristas y usuarios de la plataforma. Sus dos fundadores, Vlad Tenev y Baiju Bhatt, vendieron cada uno 45,5 millones de dólares en acciones en la primera operación. Y ahora cotiza ya por debajo del precio de estreno, a 10,06$/acción, un 73% menos.

Así las cosas, vemos cómo los que nos venden las firmas son los mismos que no confían en ellas. Los fundadores la colocan mientras se embolsan el dinero. Ellos, insisto, de momento (y visto lo visto durante un rato) se quedan fuera, por si acaso.