Y eso le cuesta que el primer partido de la oposición, Unión por un Movimiento Popular, presente una moción de censura contra el Gobierno por evitar que la Cámara votara una ley sobre medidas económicas.

El Gobierno de Manuel Valls ha decidido aprobar por decreto, recurriendo a un artículo de la Constitución, la llamada ley Macron. El proyecto amplía, de cinco a doce, los domingos en los que los comercios pueden abrir en las zonas turísticas, la desregularización de ciertas profesiones como los notarios o la liberalización de sectores como el transporte en autobús. El primer ministro, Manuel Valls, dice que no podía correr el riesgo de que la rechazaran.

A la moción de censura ya se han sumado la Unión de los Demócratas e Independientes (UDI) y el Frente de Izquierda. En caso de que triunfase esta moción, el Gobierno debería dimitir.

Para el presidente de la UMP, el expresidente Nicolas Sarkozy, este martes ha quedado de manifiesto que "no hay ni mayoría ni Gobierno" en Francia, mientras que la líder del Frente Nacional, Marine Le Pen, ha reclamado la dimisión del Ejecutivo y la disolución de la Asamblea Nacional.

La moción, que se votará mañana, no tiene visos de prosperar ya que los Verdes apoyarán al partido socialista.