Las empresas españolas afrontan 2026 con un grado de confianza que alcanza los 23 puntos, una cifra que contrasta significativamente con los escasos 6 puntos de la media de la Unión Europea y los 4 puntos de la zona euro. Así lo revela la trigésimo tercera edición de la Encuesta de Perspectivas Empresariales elaborada por la Cámara de España.
La encuesta se sustenta en una amplia base muestral de más de 2.000 empresas españolas y 40.000 europeas. Raúl Mínguez, director del Servicio de Estudios de la Cámara de España, explica que este optimismo "es coherente con la situación cíclica económica de nuestra economía" y refleja la inercia positiva tras años de crecimiento diferencial respecto a otros países europeos.
Escucha la entrevista a Raúl Mínguez:
El director del Servicio de Estudios, Raúl Mínguez destaca que el sector exterior impulsa las expectativas frente a la atonía de Alemania y Francia mientras advierte sobre costes laborales
Las exportaciones como motor de confianza
El informe destaca que el optimismo empresarial se apoya principalmente en las ventas al exterior, con un salto positivo de más de 38 puntos. En un año 2025 marcado por las tensiones comerciales internacionales, España se ha mantenido relativamente protegida frente a otras economías europeas.
Los servicios constituyen el pilar fundamental de este crecimiento exportador. Por un lado, los servicios turísticos muestran un comportamiento excelente, con cifras cercanas a los 100 millones de turistas. Por otro, los servicios no turísticos presentan un desarrollo "particularmente espectacular", según Mínguez.
Retos en el horizonte
Entre las principales preocupaciones empresariales destacan los costes laborales, mencionados por dos tercios de las empresas encuestadas. La escasez de personal cualificado y las cargas administrativas completan el podio de desafíos. Estos factores, junto con el posible agotamiento de algunos estímulos como los fondos Next Generation, podrían conducir a una desaceleración gradual.
A pesar del optimismo nacional, la situación de socios comerciales clave como Alemania, Francia o Austria, que muestran saldos negativos en sus perspectivas, podría afectar a las exportaciones españolas. Mínguez reconoce que las previsiones de ventas al exterior se han modulado a la baja, aunque mantienen un crecimiento positivo.
La economía española entra en 2026 con sólidas expectativas pero con señales de una posible moderación en su ritmo de crecimiento, en un contexto global marcado por la incertidumbre en potencias como Estados Unidos y China.