El Banco de España calcula que el crecimiento económico en el cuarto trimestre del año será del 0,8%.

Este dato mantiene el mismo ritmo que el trimestre anterior y lo hace gracias al fortalecimiento de los mercados de exportación, que habría contrarrestado los efectos adversos derivados del aumento de la incertidumbre relacionado con la situación política en Cataluña. De hecho en el informe trimestral del Banco de España señala que la estabilidad del ritmo de crecimiento de la economía española es consecuencia de "dos fuerzas que operan en sentidos opuestos".

En términos interanuales, el PIB mantiene una tasa de crecimiento del 3,1% en el trimestre, y el empleo, del 2,9%. La demanda interna contribuye con seis décimas mientras que el sector exterior lo hace con una décima.

Por eso insiste el texto en que la expansión de la economía se apoya en la demanda nacional, en tanto que los indicadores disponibles relativos al sector exterior apuntarían a una contribución ligeramente positiva de la demanda externa.

En términos de empleo, esta variable creció un 3,2% en el cuarto trimestre, su mayor nivel desde el primer trimestre de 2016.

La entidad emisora prevé que la fase expansiva continúe a medio plazo, favorecida por los avances observados en el proceso de estabilización de los desequilibrios de la economía. Aunque en el texto señala que se prevé que el crecimiento del PIB pierda cierta intensidad en los próximos años.

Cataluña

El Banco de España reconoce que la información de esta comunidad es escasa pero apunta a la aparición de los primeros efectos adversos ligados al aumento de la incertidumbre. Estos efectos, exponen, se han dejado notar en los indicadores de gasto privado interno y de turismo extranjero. Señala que: "lo que podría llevar a esta comunidad autónoma a registrar un ritmo de avance de la actividad inferior, en el tramo final del año, al del conjunto de la economía española". Esto contrasta con el mayor dinamismo de la economía catalana en trimestres precedentes.

Y sobre el impacto final del conflicto, el Banco de España apunta que la menor tensión registrada en noviembre y diciembre puede llevar a que ese impacto esté en el escenario más benigno aunque todo dependerá de cómo siga evolucionando la situación.