El Banco Mundial advierte de que las crecientes restricciones impuestas tras la crisis a la banca internacional en los países en desarrollo frenan las perspectivas de crecimiento.

El organismo multilateral explica que estas medidas limitan el flujo de crédito que tanto necesitan las empresas y los hogares.

El presidente del organismo, Jim Yong Kim, señala que sin un sector bancario competitivo, los pobres no podrán acceder a servicios financieros básicos, muchas empresas serán excluidas de los mercados y los países en desarrollo dejarán de crecer.

El Banco Mundial subraya que ante la incertidumbre y la desconfianza que genera la expansión de los bancos internacionales por los perniciosos efectos de la crisis, casi el 30% los países en desarrollo han aplicado restricciones a sucursales de bancos extranjeros.

Explica la entidad en su web que la crisis de 2007-09 y la consecuente desaceleración económica motivaron una amplia reevaluación de los beneficios y costos de la banca internacional, y llevaron a la aplicación de restricciones que pusieron fin a una década caracterizada por el auge de los servicios financieros globalizados y los préstamos transfronterizos. Sin embargo, en el informe se señala que los países en desarrollo podrían verse en la necesidad de reconsiderar el valor de los bancos internacionales como instrumentos imprescindibles para acceder al crédito mundial y lograr un crecimiento económico más acelerado, aun cuando deban seguir gestionando los riesgos.

 

Resurgimiento de los bancos de las economías en desarrollo

Mientras los bancos de las economías avanzadas se replegaron luego de la crisis, los de las economías en desarrollo adoptaron una política audaz y se expandieron más allá de sus fronteras: en efecto, representaron el 60 % de los nuevos bancos que ingresaron al mercado desde que comenzó la desaceleración económica. Como resultado, se han intensificado las relaciones bancarias entre los países en desarrollo y la regionalización de las operaciones bancarias internacionales.

Por ejemplo, Ecobank de África se constituyó en Togo y actualmente opera en 33 países del continente. Además, tiene oficinas en París, Beijing, Dubái, Johannesburgo y Londres, lo que le permite atraer capitales de países ricos para invertir en toda África.