La agencia de calificación financiera Fitch coloca a Cataluña bajo vigilancia negativa, de cara a una eventual rebaja de la nota de su deuda, actualmente en categoría especulativa "BB".


La agencia justificó la decisión por los "acontecimientos imprevisibles" que podrían suceder, incluyendo "posibles perturbaciones" de la liquidez a la que tiene acceso Cataluña, aunque "ese no sea el escenario al que da prioridad".


Fitchl asegura que la posible revisión negativa se aplica tanto a la deuda de la Generalitat como a la del Instituto Catalán de Finanzas. También que la revisión se hace teniendo en cuenta "situaciones en las que hay un cambio sustancial en la solvencia del emisor y es inapropiado esperar hasta la próxima fecha de revisión programada".


Añade que la decisión está motivada por el reciente giro en las tensiones políticas entre el Gobierno central y Cataluña, que probablemente empeoren a corto plazo.

Cataluña supone el 19% del PIB español y compite con Madrid (18,9%) por el puesto de región más rica de España, pero es de lejos la primera exportadora y copa un cuarto de las ventas españolas al extranjero.


El peso de la deuda pública es uno de los puntos débiles de Cataluña, ya que representa un 35,4% de su PIB, con lo se ubicaba como la tercera región más endeudada de España en términos relativos en el segundo trimestre de 2017.


Cataluña suele recurrir a la liquidez de un fondo especial del Estado.


S&P Global Ratings, ya ha anunciado que también se planteaba degradar la nota de la de deuda catalana, lo que todavía complicaría más su financiación en los mercados internacionales.


Fitch espera resolver esta situación en los próximos seis meses, dependiendo del desarrollo de las relaciones entre el Gobierno regional y el central, y especialmente cómo afecta el apoyo de Madrid a la liquidez de Barcelona.