El vicepresidente del Gobierno italiano, Luigi Di Maio, reitera que no tocarán su presupuesto a pesar de que la CE le haya pedido un nuevo borrador. El también líder del Movimiento 5 Estrellas y ministro de desarrollo económico asegura que hacen lo correcto y que no cambiarán ni un euro.

Incluso, Di Maio, ha celebrado que este plan presupuestario para 2019 "es el primero que no gusta a la Unión Europea", algo que se debe, según él, a que "ha sido escrito por Roma y no por Bruselas".

La decisión de la CE no tiene precedentes y daba tres semanas para un nuevo texto, se puede enfrentar a una sanción a largo plazo de hasta 3.400 millones de euros. Sus cuentas prevén un déficit del 2,4 % del PIB también incumple las reglas de reducción de la deuda pública, que en Italia supera el 131% del PIB.

El presidente de la patronal italiana, Vincenzo Boccia, critica la decisión del gobierno de no revisar las cuentas públicas de 2019 como le pide la CE. Boccia considera evidente que quieren un enfrentamiento con la Unión de cara a conseguir más votos para las elecciones europeas. También ha criticado al Gobierno porque sus decisiones provocan la subida de la prima de riesgo por encima de los 320 puntos. Por último ha pedido que explique con detalle a los inversores cómo va a potenciar el crecimiento.

Y desde el sindicato Cisl, su secretaria general, Annamaria Furlan, opinó que las tensiones con la Comisión "abren un escenario preocupante para Italia" y pidió al Ejecutivo que preside Giuseppe Conte que "salga del aislamiento".