El avance de la variante ómicron de la COVID-19 en toda Europa y la situación al alza de los contagios entre la población, junto a los problemas de la cadena de suministro y la "lenta" implementación de los fondos de recuperación europeos Next Generation EU son las razones por las que, según Óscar Arce, director general de Economía y Estadística del Banco de España, la situación de partida de la economía española es "mucho peor" que en septiembre, cuando el organismo publicó su última revisión a las previsiones macroeconómicas del país.

El Banco de España revisa a la baja sus proyecciones de crecimiento para España en el horizonte 2021-2024 con un recorte en el crecimiento esperado sobre el Producto Interior Bruto (PIB) hasta el 4,5% para 2021 - las anteriores previsiones hablaban de crecer hasta un 6,3% este año - y del 5,4% de cara a 2022 (5,8% se estimaba hasta ahora).

Números que, dicen, permitirían "recuperar el nivel precrisis" de cara a 2023. cuando, por cierto, se espera un crecimiento del 3,9% y un 1,8% en 2024.

Las presiones inflacionistas, la crisis en la cadena de suministro - en especial, en la industria - y las "desviaciones" del consumo privado son los tres pilares sobre los que se sustentan los números del Banco de España que, pone de relieve, las "numerosas dudas" que existen todavía sobre cómo se va a moderar y "normalizar" la situación del consumo en España en los próximos años.

Precisamente, el repunte en los precios - 5,6% interanual en noviembre - es una de las "sorpresas" que han provocado una revisión de la baja del crecimiento económico. En esta variable, Órcar Arce ha puesto en valor el factor "especial" de la inflación en España, muy dependiente de los vaivenes del mercado de la energía.

"Los futuros de mercado eléctrico hablan de una relajación de los precios en la primeravera y, entonces, esperamos que también se relaje la presión sobre los precios", apostilla el que será próximo director general de Economía del Banco Central Europeo (BCE).

Cuellos de botella

Respecto a la presión de la cadena de suministro, habla el Banco de España de "importantes limitaciones" en el comercio internacional y los problemas de abastecimiento que "tensionan en métricas, prácticamente, históricas".

Entre las empresas, algo más de un 50% de las firmas del sector de la industria y la energía tiene problemas con la cadena de suministro, un 35% más que hace un año.

Esta crisis podría provocar un recorte sobre el PIB de entre 0,2% y 0,3% de cara a 2021 mientras que para 2022 la cesión podría llegar a superar el 0,7%.

"Solamente por el impacto que están teniendo estos problemas en la industria automovilística, los recortes sobre el PIB son de más de dos décimas", apostilla Arce.