En un mercado donde más de la mitad de las experiencias mediocres llevan a los clientes a reducir sus compras, las empresas necesitan superar las expectativas para conseguir lealtad. Esta realidad impulsa el trabajo del UX Lab (User Experience Laboratory) de SGS, un espacio donde se pone a prueba cómo funcionan los productos en situaciones reales.
María Gamo, Project Manager en la división de Connectivity Products en SGS, explica que su enfoque va más allá del cumplimiento legal: "No nos centramos tanto en lo que es el cumplimiento legal, puesto que eso ya es un básico. Es decir, cuando compramos algo en el mercado no nos preguntamos si cumple o no, sino que eso ya lo damos por hecho".
Escucha el programa al completo aquí:
Con María Gamo, Project Manager en la división de Connectivity Products en SGS
Pruebas que reflejan el uso cotidiano
El laboratorio somete los productos a pruebas que simulan su uso real en hogares. Esto permite detectar problemas que no siempre son evidentes para los fabricantes. "Los fabricantes realmente se centran en poner en el mercado un producto, pero no se centran tanto en cómo se va a utilizar", señala Gamo.
El laboratorio somete los productos a pruebas que simulan su uso real en hogares. Esto permite detectar problemas que no siempre son evidentes para los fabricantes. "Los fabricantes realmente se centran en poner en el mercado un producto, pero no se centran tanto en cómo se va a utilizar", señala Gamo.
Paneles de consumidores: la voz del usuario final
Una herramienta fundamental del UX Lab son los paneles de consumidores, donde usuarios reales prueban los productos mientras los fabricantes observan. Estos ejercicios revelan no solo problemas sino también necesidades no identificadas previamente.
"En estos paneles, como también van las marcas o los propietarios de esos productos, se quedan alucinados porque dicen: no habíamos pensado para nada que esta necesidad podría estar identificada por parte de un consumidor final", explica la experta.
Soluciones para productos con malas reseñas
Cuando una empresa recibe numerosas quejas sobre un producto, el laboratorio identifica los problemas reportados y comprueba si realmente son fallos del producto o si se deben a usos inadecuados o falta de información.
Este análisis permite a las empresas mejorar sus productos, corregir defectos o simplemente ofrecer mejor información sobre el uso adecuado, lo que repercute directamente en la satisfacción del cliente y, por ende, en las reseñas que reciben.